Tu vestido fue el producto de muchas horas de una intensa búsqueda, de la fantasía e ilusión, la consolidación del sueño que desde pequeña mantuviste en tu mente.
La boda terminó, llegó la hora de la limpieza de tu vestido.
Al terminar la fiesta, el vestido queda muy maltratado, ya sea por: manchas de vino, pastel, cualquier comida o bebida, si llueve la grama y el fango se pega en el ruedo y la cola.
El ruedo y la cola son las que mas sufren el maltrato; la novia en el trajín de la noche, lo arrastra al bailar, es pisoteada por los invitados al tomarse fotos o video, por eso es muy importante que al finalizar la boda lo lleves lo mas pronto posible (máximo 30 días), donde un experto en el lavado, planchado y empaquetado de la prenda. El vestido no puede ser confiado a cualquier tintorería, ya que hay encajes muy delicados, además de revuelos que no permiten ser lavados en máquina y deben ser tratados manualmente, con líquidos especiales.
A la hora de guardarlo debe de ser lo mas protegido posible, empacado en una caja herméticamente sellada, y búscale un lugar especial, ya que la claridad y el ambiente lo manchan y cambia su tonalidad.
Recuerda que esta prenda ahora forma parte de la historia de tu vida y debe ser conservada con todo amor.
Vilmargueta.
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